El Santo Corán y la Sunna
El Sagrado Corán es el texto religioso central del Islam, que los musulmanes creen que es una revelación de Dios.
Se compone de 114 capítulos, cada uno llamado así por su contenido. Sin embargo, los versos dentro de cada capítulo no están organizados en una secuencia cronológica. En cambio, el tema que se discute varía enormemente de un versículo a otro.
El texto es en gran parte una tradición oral, transmitida desde la época de Muhammad a sus seguidores hasta que fue recolectado y recopilado unos veinte años después de su muerte. Este proceso fue necesario para preservar la pureza del Corán.
Después de la muerte de Muhammad, hubo una gran controversia sobre el significado del Corán. Esto se debió a la memorización oral, escritos alternativos sobre hojas y huesos y diferencias de opinión entre los musulmanes sobre lo que Mahoma había dicho realmente. Estos argumentos causaron una gran violencia entre las diferentes facciones musulmanas.
Cuando se fundó el Imperio Islámico, los líderes islámicos buscaron preservar el texto original del Corán comprometiéndolo a la forma escrita. Este proceso comenzó bajo la dirección del califa Abu Bakr y se continuó bajo el califa 'Uthman (644-656).
La nueva colección del Corán fue hecha por Zayd Ibn Thabit, quien fue comisionado para revisar el texto original. Trabajó a partir de una gran cantidad de manuscritos, incluidos fragmentos.
Además del Corán, los líderes islámicos también compilaron la sunna (tradiciones) del Profeta. Estas tradiciones se convirtieron en la segunda raíz de la jurisprudencia islámica. Proporcionan el contexto y los antecedentes que explican las circunstancias bajo las cuales se revelaron ciertos pasajes en el Corán.